Soy terapeuta matrimonial y familiar licenciado, con una maestría en el mismo campo y autorizado para ejercer en Arizona, Florida y Nueva York. Crecí en la ciudad de Nueva York como hijo de inmigrantes dominicanos, rodeado de desafíos, pero también de una profunda resiliencia comunitaria. Mi fe y mi familia me sostuvieron, y mi servicio en el Ejército de los Estados Unidos me brindó disciplina y sentido de propósito, pilares que continúan guiando mi vocación. Hoy disfruto de un matrimonio feliz, con dos hijos adultos que sirven en las fuerzas armadas y dos maravillosos hijastros preadolescentes. Estas vivencias—como esposo, padre, padrastro, veterano, hombre de fe y estadounidense de primera generación—han ampliado mi empatía, sensibilidad cultural y compromiso con quienes acompaño.